Investigadores del Centro Nacional de Inteligencia Artificial trabajan actualmente en un proyecto que permitiría instalar herramientas tecnológicas de última generación para gestionar el funcio-namiento del nivel terciario del sistema sanitario.
Investigadores del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia) estimaron que el país requeriría de una inversión de $9 mil millones para apoyar, a través de herramientas de “IA”, la gestión en los pabellones de los hospitales de alta complejidad en Chile. Junto con la cuantificación, los especialistas han elaborado un proyecto que permitiría habilitar estas herramientas en un establecimiento o toda la red de salud pública. El Dr. Cristian Buc, investigador del Cenia y quien lidera el equipo que actualmente explora oportunidades para implementar en un contexto real la iniciativa, destaca que la inversión representa un mínimo costo en relación a los poténciales beneficios en términos de eficiencia y productividad en las áreas de cirugía de los 16 hospitales de alta complejidad que funcionan en todas las regiones del país.
“Es una problemática que en Chile lleva años vigente. Si miramos las métricas de cuántos recursos se invierten en salud pública y su eficiencia es básicamente un alza en dinero mientras el desempeño se mantiene plano. Es decir, se inyectan más y más recursos, pero la frecuencia de operaciones, y su lista de espera asociada, sigue siendo la misma”, asegura el especialista del organismo dependiente de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).
De acuerdo a un reciente informe de la Comisión Nacional de Productividad, la gestión de los pabellones es uno de los principales retos para la salud pública y una de las causas más complejas para resolver las listas de espera. El reporte, además, da cuenta de la urgencia por incorporar nuevas soluciones tecnológicas a la red con el propósito de fortalecer su capacidad de atención.Se espera que la inteligencia artificial, la tecnología pilar de la cuarta revolución industrial, se consolide como una tecnología de apoyo fundamental para los equipos clínicos durante todo el proceso asistencial. Por una parte, contribuyendo al diagnóstico y detección temprana de enfermedades a través del análisis de grandes cantidades de datos de salud como el historial médico, imágenes médicas o resultados de pruebas clínicas. Y por otro, posibilitando una gestión más ágil de procesos que en el pasado suponían una carga adicional para los profesionales. Por ello, se espera que la adopción cada vez más masiva de nuevas soluciones posibilite que los profesionales del sector puedan centrarse en tareas más importantes como pasar más tiempo con sus pacientes, mejorando a la vez la eficiencia de su trabajo.
Un informe elaborado por el IPSUSS de la Universidad San Sebastián, utilizando datos de acceso público dispuestos por el Ministerio de Salud, estimó que si el sistema sanitario local hubiese utilizado toda su capacidad instalada entre 2017 y 2019 prácticamente se habrían duplicado las cirugías anuales, llegando a un millón cada doce meses. Entre estos años solo se usaron el 52% de horas disponibles, lo cual podría incluso cubrir la totalidad de listas de espera (alrededor de 270 mil intervenciones).
Gemelos digitales
El estudio de la Universidad San Sebastián precisó que las principales causas para el bajo uso de pabellones. El 14% de las horas disponibles se pierde por falta de equipamiento, de personal o ambos (esto equivale a 150 mil cirugías mayores al año); los demás pabellones se usan el 70% del tiempo, lo que significa una pérdida para el sistema de otras 450 mil cirugías, que se ven afectadas por el bajo cumplimiento de las programaciones.
El proyecto diseñado por los especialistas del Centro Nacional de Inteligencia Artificial tiene dos niveles. Uno, creativo, basado en una herramienta denominada “gemelos digitales”, cuyo adopción pretende modelar el pabellón y los distintos agentes que se mueven en este espacio, y los diversos parámetros involucrados en su gestión. “Un gemelo digital es la representación de un objetivo físico en un mundo virtual. Puede ser, por ejemplo, una turbina de un avión. Modelo la turbina en un espacio virtual y con esto puedo modelar cómo funciona esta turbina bajo distintos parámetros, viendo el efecto que podrían tener estos factores en la longevidad de la turbina”, explica el investigador del centro tecnológico chileno.
Según Cristián Buc, esto opera como una suerte de máquina del futuro para tomar mejores decisiones, es decir, mover a un grupo de profesionales de un pabellón a otro, llamar a otro anestesista en caso de que una operación se haya alargado en otra hora. Básicamente prever qué ocurre si pasa esto y lo otro, maximizando el uso de pabellones. ¿Qué ocurre, por ejemplo, si un especialista se quedó en un taco de un hospital a otro?
La incorporación de tecnología podría facilitar que aun con esas contingencias, la hora no se pierda. Los datos para construir estos modelos provendrán de sensores instalados en el pabellón y las maquinarias, y sistemas de geolocalización de los profesionales, lo que permite hacer funcionar en tiempo real la tecnología.”Con los gemelos digitales podemos simular a una velocidad increíblemente más rápida que el tiempo real nuestro. En una fracción de segundos, con el estado actual del pabellón, podemos gestionar para que esa hora no se pierda gracias a una mejor toma de decisiones. La idea es precisamente maximizar el uso de pabellones”.
Redes neuronales
Actualmente, el tiempo promedio de espera por una cirugía en el sistema público chileno es de alrededor de 525 días. Diversos informes de organismos que han explorado el fenómeno establecen que si del 52% de horas efectivamente utilizadas se llegara a una cifra cercana al 70%, los impactos del problema podrían ser mucho menores. Por eso, el segundo nivel en el que se han enfocado los investigadores chilenos es el proactivo, en el cual utilizan modelos de optimización y aprendizaje profundo para crear una organización adecuada para la gestión de los pabellones. En caso de que esta secuencia se rompa, entran en acción los “gemelos digitales”, entregando recomendaciones para evitar que las horas se pierdan frente a contingencias inevitables del sistema.
El diseño de un modelo de optimización basado en redes neuronales requerirá de obtener datos de calidad que permitan estimar los parámetros clave para su funcionamiento. De hecho, ambos mecanismos (enfoques proactivo y reactivo) funcionan como un complemento perfecto para maximizar los recursos disponibles y prevenir que pacientes sigan esperando cuando existen los recursos para atender sus urgencias.
Los investigadores de Cenia esperan tener apoyo del Minsal para que un proyecto basado en el enfoque proactivo (planillas basadas en modelos optimizados) pueda ser adoptado en un establecimiento local. “Los modelos de redes neuronales pueden ser útiles en la estimación de tiempos de cirugía y ya existen. Para implementarlos solo necesitamos hacer cambios de parámetros para ver cuál de todas las arquitecturas es mejor para su funcionamiento”, acotó el líder de este desarrollo.
En el 2021, las listas de espera para atención en el sistema de salud chileno ocasionaron hasta 30 mil muertes, de acuerdo a cifras oficiales. Se estima que, en total, la cantidad de usuarios que aguarda por una hora para especialistas, patologías GES o cirugías es 1.7 millones de personas. Poco más del 15% de ese porcentaje corresponde a la no disponibilidad de horas en pabellones.“Es un número gigantesco y que ocasiona un enorme número de personas fallecidas en el país. Esperamos que las soluciones tecnológicas, que podrían dar una contribución importante a enfrentar los grandes desafíos del sistema de salud, no choquen con la realidad del país, lo cual sin dudas dependerá de las buenas decisiones por parte de las autoridades”, reflexiona el especialista del Cenia.
Datos, información y decisiones
Según datos del Ministerio de Salud, el 90% de las causas de suspensión de cirugías son evitables. Estudios previos para igual periodo encontraron un retraso promedio de 40 minutos en el inicio de los pabellones y un término anticipado de 1 hora y 42 minutos. Para los especialistas del Cenia, buena parte del problema es consecuencia de la poca flexibilidad para gestionar los recursos físicos, económicos y humanos. Esto igualmente es parte de las recomendaciones realizadas por el estudio de la USS.
“El problema de eficiencia nace de cómo se organizan las horas. Muchas entidades en Chile lo que hacen es que forman planillas con horas para intervenciones en función del personal disponible. Pero, ¿qué pasa si se ANULA la hora o si se puede predecir? Bueno, no hay un proceso flexible para utilizar esos espacios anulados, que se van a quedar ahí completamente libres. Es un costo de oportunidad enorme para el sistema”, indicó Buc.
La parte más crucial para el proyecto es la recolección de datos y la disponibilidad de esta información para que todo el mundo tenga acceso. La idea es que esa planilla pueda ser vista por todos los actores, incorporando herramientas de geolocalización de las funciones de los agentes en los centros asistenciales y de notificaciones vía calendario similares a las que disponen los correos electrónicos.
Para el grupo de expertos del Cenia, la finalidad es contribuir a que el sector público fortalezca sus capacidades tecnológicas en beneficio de los usuarios.“El hospital del futuro es un hospital digital a todos los niveles. Nuestro proyecto en particular aborda el problema de los pabellones, pero ya estamos observando en Europa herramientas para agendar consultas y en Estados Unidos se proyecta un recinto digital en todos los procesos, lo cual requiere una increíble capacidad de obtener datos para generar modelos. Sabemos que en el sector público tenemos una brecha en digitalización”. “Esperamos tratar de aportar con este tipo de proyectos”, concluyó el Dr. Cristián Buc
Por: Luis Francisco Sandoval. Agencia Inés Llambías Comunicaciones.