Francesca Lucchini estudió Ingeniería en Ciencias de la Computación en la Pontificia Universidad Católica de Chile. A lo largo de su formación académica universitaria tuvo solo dos profesoras, y su aproximación a los temas de perspectiva de género se dio de forma independiente, motivada por vivencias personales. “Me pasaban cosas y no entendía por qué. A veces me frustraba, me sentía mal, y luego me di cuenta de que no era mi culpa, sino que se trataba de una estructura del sistema que se ha sostenido durante mucho tiempo, y que va más allá de lo que yo haga o deje de hacer. Modificar esta estructura requiere un cambio más profundo.”
“Cuando estás sola cursando un ramo en una carrera en donde la disparidad de género es evidente y abrumadora, se vuelve difícil expresar las cosas que te molestan y visibilizar las discriminaciones o situaciones de acoso se pueden vivir en esos entornos. Sin embargo, cuando hay más mujeres, empiezas a sentir que tus sensaciones son compartidas, te sientes apoyada sin que te tilden de exagerada o loca, y naturalmente, el entorno empieza a valorar la incorporación de una perspectiva de género.”
En la universidad fue jefa de ayudantía, liderando un equipo de 9 ayudantes, los cuales tenían a cargo aproximadamente 100 alumnos, un trabajo exigía un desafiante trabajo de coordinación. A pesar de esa experiencia, Francesca no se había planteado la idea de liderar algún equipo o proyecto en el futuro. “Al egresar de mi carrera pensaba solo en programar, tenía una sensación de querer ser útil, aportar asistencia, de hecho, ese era el rol que yo tomaba personalmente.”
Mientras realizaba su Magíster en Ciencias de la Ingeniería participó en un equipo de investigación en el Instituto Milenio Fundamento de los Datos (IMFD), espacio en el compartió con distintas investigadoras y estudiantes mujeres, muchas de las cuales también participan en el Centro Nacional de Inteligencia Artificial. “En el equipo del IMFD tuve una compañera de investigación, Camila Vera, con quien tuve una experiencia genial, la considero una amiga de la vida. Camila era la anfitriona del podcast “Ellas programan”, y también participamos juntas realizando talleres para la Fundación Technovation Girls Chile, una oportunidad que me permitió impulsar a más mujeres a involucrarse en área STEM.”
La vocación de Francesca por liderar equipos comenzó cuando en Cenia fue nominada para ser jefa del proyecto de Desafíos Públicos de la Subsecretaría de Transportes del 2022. “Esto fue algo que me tomó por sorpresa, era un proyecto que me gustaba mucho, así que lo pensé y sentí que tenía herramientas, mucho más que al egreso de mi carrera, y sentía que me estaba validando más a mí misma al decir: “sí, yo puedo hacer esto”.
El proyecto Desafíos Públicos intenta dar una respuesta a un desafío complejo: cómo monitorear y gestionar efectivamente el tráfico en una ciudad como Santiago, donde los datos exceden la capacidad humana de análisis. Con la inteligencia artificial es posible sistematizar los datos que entregan las cámaras ubicadas en distintos puntos de la ciudad, y con esa información analizar flujos de tráfico y peatonales, por lo que el proyecto se propone no solo mejorar la movilidad urbana, sino también repensar la ciudad en función de las necesidades reales de sus ciudadanos.
El equipo del proyecto liderado por Francesca lo componen siete personas: Isabel Marx (desarrolladora de software), quien fue elegida por Lucchini cuando entró como practicante a Cenia; Javier Rojas (desarrollador de software); Gonzalo Bustos (investigador); Häns Löbel (investigador asociado), Juan Carlos Herrera (investigador colaborador asociado) y Marcelo Matus (investigador colaborador asociado).
“Soy partidaria de una visión diversa e inclusiva en la tecnología. Valoro los equipos multidisciplinarios que reflejen la diversidad de la sociedad para la cual diseñan soluciones. Creo que si no tenemos un equipo diverso hay un montón de información importante que se pierde en la conversación. Me interesa que mi equipo de trabajo, en este y en otros proyectos, sea lo más transdisciplinario posible y con muchas perspectivas distintas.”
“No podemos hacer ciencia completa si estamos obviando a un porcentaje importante de la población. Si estás ignorando una perspectiva completa tienes que cuestionarte si tu ciencia realmente va a impactar en la forma que quieres que impacte en la sociedad. Considerar menos perspectivas va a generar crear un producto, un proyecto o una investigación incompleta.
El proyecto Desafíos Públicos partió en diciembre del 2022 y ya se encuentra en su segunda etapa, que se proyecta hasta diciembre del 2024. A comienzos de este año Cenia le ofreció a Francesca la oportunidad de ocupar el cargo de Tech Lead del equipo de transferencia tecnológica. “Después de la experiencia de asumir el liderazgo del proyecto de la Subsecretaría de Transportes me di cuenta de que me interesa liderar, por eso cuando me ofrecieron este nuevo rol en Cenia yo estaba feliz, me di cuenta que es lo que quiero hacer.”
El rol de Tech Lead implica participar activamente en las reestructuraciones del equipo de desarrollo, asignación de personas, organización eventos y evaluación de proyectos. “Mi experiencia de trabajar con el equipo ha sido muy positiva, ya que en general las opiniones son bien recibidas. Es un equipo que, a diferencia de otros espacios en donde también hay mayoría de hombres, tienen la idea mental de la inclusión bastante consciente. Esto es algo que me costó ver durante mi periodo en la universidad y pensé que no lo vería en el ambiente laboral.”
“En 8 a 10 años más me gustaría seguir trabajando en IA, y creo que podría especializarme en algún área del conocimiento. La experiencia de liderar el proyecto de Desafíos Públicos me abre nuevas posibilidades que antes no había considerado, de quizás hacer un doctorado, una investigación o un magíster relacionado al tema de las ciudades inteligentes con inteligencia artificial, tal vez fuera de Chile, para volver al país con el conocimiento necesario y aplicarlo en algún proyecto innovador que beneficie a las personas y sus comunidades.”
Respecto al futuro, Francesca tiene una visión positiva en relación a la incorporación de más mujeres en investigación y en el desarrollo de software, lo que va a impactar, sin duda, en mejores soluciones tecnológicas, mejores filtros que logren el desarrollo de tecnologías con menos sesgos, más conscientes e inclusivas. “Con la participación de más mujeres en esta área los filtros en la revisión de proyectos tendrían una mirada más amplia.”
“A las mujeres que están estudiando una carrera de ingeniería me gustaría decirles que la principal limitante es no creer en ti misma. A veces pensamos “yo no sé suficiente para hacer eso”, “yo no estudié esto”, “no tengo experiencia”, “no me podría acercar jamás este tipo de cosas”, “no tengo la personalidad para hacerlo”, y yo creo que eso se puede solucionar de dos formas.
Para Francesca es importante reconocer las cosas que si sabes hacer, por ejemplo, escribir y ordenar tareas, competencias que pueden ayudar a armar una posición de liderazgo de manera progresiva. “Personalmente soy súper consciente de qué cosas me faltan en mi rol de líder, porque me son difíciles por mi naturaleza de personalidad, pero eso no limita que el trabajo que yo haga sea bueno.”
Lo segundo es la importancia de ir paso a paso. “No tienes por qué ser jefa de todo de un día para otro. En la universidad tomé ramos que me ayudaban a hacer presentaciones, porque a me costaba mucho hablar en público, esto me dio nuevas herramientas y más autoconfianza, empecé a hacer clases, y me di cuenta de que podría tener influencia en la clase. De a poco fui tomando nuevos desafíos, que no eran incrementalmente notorios, pero que en el tiempo suman una diferencia gigante.”
Por: Gianyser González