Durante el mes de enero, la investigadora Cenia, Gabriela Arriagada, se adjudicó dos FONDEDOC (Fondo para la Mejora y la Innovación de la Docencia), otorgado por la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, para desarrollar y financiar proyectos que innoven y mejoren la educación en la universidad y contribuir a la calidad del aprendizaje estudiantil.
Gabriela Arriagada, master of science en filosofía y candidata a doctora en filosofía y ética aplicada, es investigadora asociada de Cenia de la línea RL5 “Inteligencia Artificial centrada en el ser humano”. Actualmente ejerce como profesora asistente en el Instituto de Éticas Aplicadas de la Pontificia Universidad Católica de Chile y en el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC UC) de la misma universidad, destacándose en temas de ética de datos, justicia, explicabilidad, sesgos y transparencia en IA. Recientemente se adjudicó dos FONDEDOC para desarrollar proyectos con enfoque en la innovación educativa, a través del uso ético y responsable de la inteligencia artificial.
El primer proyecto se titula “Diagnóstico del uso de herramientas de IA generativa en evaluaciones sumativas en Educación Superior“, y fue diseñado por la investigadora en colaboración con el profesor Patricio Velasco. Este proyecto busca analizar el uso de herramientas de IA generativa, como Chat GPT y Bard, en la educación superior. El objetivo es sistematizar los usos y motivaciones detrás del empleo de estas tecnologías, enfocándose en las evaluaciones sumativas en sociología y ciencia de datos. Se espera que los hallazgos informen y guíen a la comunidad universitaria hacia una integración ética y alineada con los valores de la institución.
El segundo proyecto se titula “Desarrollo de una experiencia activa de aprendizaje basado en el modelo Flipped Classroom con uso de Inteligencia Artificial”. Junto al profesor Abel Wajnerman, Gabriela busca implementar un enfoque de aula invertida mediado por IA generativa. Este proyecto tiene como fin promover la conciencia sobre los usos éticos de la IA en el aprendizaje, diseñando módulos online y experiencias presenciales que fomenten la interacción productiva entre estudiantes e inteligencia artificial. Se aplicará inicialmente en cursos del Instituto de Éticas Aplicadas y se espera que el protocolo desarrollado sirva como referente en la integridad académica relacionada con la IA.
La investigadora destaca las oportunidades que se desprenden para la comunidad educativa al desarrollar proyectos basados en innovación educativa e inteligencia artificial: “Al realizar un análisis pedagógico y ético detallado, podremos orientarnos ante los retos que implica la integración de la IA en el aula, permitiendo tomar decisiones bien informadas para adaptar nuestras prácticas docentes. Adicionalmente, nos ofrece la posibilidad de realizar un diagnóstico profundo sobre cómo se implementan estas herramientas, incluyendo el currículum y la interacción estudiantil, lo cual es crucial para entender y mejorar la dinámica educativa actual.”
La creación de directrices y material pedagógico basados en este diagnóstico contribuirá significativamente a promover las mejores prácticas docentes, beneficiando tanto a educadores como a estudiantes y enriqueciendo la adopción tecnológica. “Es más, también se pueden potenciar estas intervenciones para hacer investigaciones más robustas, por lo que desde el CENIA nos apoyarán para poder publicar, difundir, y potenciar estos proyectos”, concluye.
Por: Gianyser González